Desmentido, dolor y sufrimiento en el mundo actual
El tema de nuestra 15ª Conferencia aborda cuestiones fundamentales de la obra de Ferenczi y establece un vínculo con problemas psicológicos y sociales contemporáneos de gran relevancia. El dolor y el sufrimiento, a menudo resultado del desmentido y el abuso de poder, exigen una escucha ética, clínica y compasiva. El dolor es inherente a la existencia humana. Freud y Ferenczi coinciden en que debe ser reconocido, afirmado y elaborado simbólicamente para poder integrarse como experiencia. El sufrimiento, por su parte, surge de relaciones de poder asimétricas.
Los conceptos de identificación con el agresor y confusión de lengua de Ferenczi reflejan una forma distintiva de violencia psicológica: el desmentido. El desmentido niega o invalida el sufrimiento del otro, ya sea a nivel familiar o social. El desmentido social silencia las voces de las personas vulnerables e intensifica la desigualdad, el racismo, el fanatismo, el odio hacia el otro y pone en peligro nuestro medio ambiente y nuestros ecosistemas.
El pensamiento de Ferenczi es muy relevante en nuestro mundo dividido. Según Ferenczi, la soledad de la persona que sufre es uno de los elementos destructivos del trauma en la familia y en el ámbito social en general. Su ética radical de la escucha, su atención al trauma no reconocido, a la vulnerabilidad de la persona y su crítica de la neutralidad técnica frente al sufrimiento ofrecen herramientas fundamentales para apreciar nuestro difícil momento y conectar con lo constructivo y con los otros.
Invitamos a todos a compartir sus investigaciones y reflexiones sobre nuestro complejo tema en un entorno colegiado en el que el sentimiento de soledad ante los retos de nuestro trabajo y nuestras vidas pueda verse atenuado en nuestros debates. Envíen sus contribuciones clínicas, metapsicológicas o históricas que aborden cualquiera de los cuatro temas de la conferencia.
Los cuatro temas de la conferencia se basan en las contribuciones de Ferenczi y su relevancia en el mundo actual.
1. El problema de la afirmación del displacer. Cien años después. [Clínica, metapsicología e historia]
En su obra «El problema de la afirmación del displacer» (1926), Ferenczi trata de aclarar el origen del funcionamiento mental y la incorporación del sentido de realidad al aparato psíquico, con el desarrollo de las funciones del yo y la estructura intrapsíquica del objeto. Sitúa los sentimientos de omnipotencia y sentido de realidad como dos polos en tensión. La modificación de la omnipotencia requiere la afirmación del displacer como condición necesaria para nutrir el sentido de realidad. Aquí Ferenczi sigue y desarrolla los argumentos de Freud: la polaridad placer/displacer frente al sentido de realidad nos permite explicar los problemas del desarrollo interno del objeto y del sujeto y el acceso a la realidad. Los argumentos temáticos en torno a los que se desarrollan las ideas centrales de esta obra de Ferenczi son los siguientes:
2. Desmentido, violencia y trauma en nuestro mundo. [Clínica, metapsicología e historia]
Ferenczi entendía las perturbaciones complejas y múltiples como catastróficas. Las guerras, el terrorismo, el genocidio, el racismo, los desastres demográficos, ecológicos y energéticos… fragmentan el yo y el mundo
El reconocimiento de Ferenczi del trauma relacional (confusión de lenguas, catástrofe, identificación con el agresor, terrorismo del sufrimiento, trasplantes extraños, voluntad extraña, compulsión innecesaria, desmentido, etc.) está significativamente entrelazado con la cuestión del trauma social. Con Ferenczi podemos comprender y esclarecer los traumas que tienen un impacto catastrófico en la sensación de seguridad del individuo, la comunidad y la vida social en general.
Las consideraciones de Ferenczi sobre la importancia del desmentido son particularmente significativas y cruciales para comprender los encubrimientos sistemáticos, el silenciamiento y la negación por parte de los poderosos de las negatividades evidentes y generalizadas que mantienen y exacerban el caos y las crisis. Nos enfrentamos a un intenso desmentido social en las sociedades capitalistas. Se desmiente la explotación de los vulnerables, la precariedad, la desigualdad estructural de los trabajadores, el racismo, la violencia de género acompañada de violencia vicaria hacia las hijas y los hijos, la exclusión social, la falta de derechos, la falta de protección y seguridad. Esta trama de agresivos desmentidos intensifica un violento trauma social que desgarra vidas y deshumaniza a los indefensos.
3. El dolor, el sufrimiento y los procesos de formación de la persona. Entre la omnipotencia y la identificación con el agresor. [Clínica, metapsicología e historia]
La «experiencia del dolor» (Freud, 1895) se produce cuando una cantidad de excitación no puede ser adecuadamente vinculada o descargada por el aparato psíquico. Para que el dolor trascienda la dimensión de una mera sensación corporal, debe constituirse como una experiencia de disgusto. Los seres humanos se convierten en sujetos, con un sentido ético en su relación con los demás, con el mundo y con ellos mismos, a partir de la experiencia del displacer (Ferenczi, 1926). Cuando el desarrollo individual está predominantemente moldeado por la dinámica de la identificación con el agresor, gobernada por figuras paternas, educativas o públicas poderosas, el disgusto se transforma en una experiencia de sufrimiento. La subjetividad no es solo el resultado del lenguaje o del inconsciente, sino que se desarrolla en una compleja red entre el aparato psíquico y las condiciones materiales, simbólicas e históricas que rodean al sujeto. No se trata solo del deseo, sino también de cómo se transmite el lugar del sujeto en la familia y en el tejido social, cómo es recibido, visto, nombrado y deseado el niño por el Otro. En el proceso dinámico de convertirse en persona, las influencias sociales y culturales a menudo interfieren en el proceso a través de la violencia o el abandono. Las áreas opuestas e invisibles de las estructuras psíquicas internas permanecen sin representación. El sufrimiento del trauma persiste sin palabras como una experiencia vaga y difícil de transmitir a los demás, lo que aumenta la soledad de la persona que sufre en silencio. Esta impotencia a menudo alimenta las defensas omnipotentes de la persona que sufre y un mayor fortalecimiento de la identificación con el agresor, lo que presenta situaciones clínicas muy difíciles.
4. La ternura, lo contrario del odio y la crueldad, es la fuente de una forma diferente de subjetivización. La creatividad de los fragmentos psíquicos. [Clínica, metapsicología e historia]
Una de las mayores contribuciones de Ferenczi a la teoría psicoanalítica es la importancia que concede al afecto y la sinceridad en todas las esferas relacionales y su defensa de una metapsicología de los afectos en el trabajo del analista en el ámbito clínico.
En particular, el núcleo de su gran contribución a la práctica clínica y a la metapsicología del trauma fue su artículo «Confusión de lenguas entre adultos y niños, el lenguaje de la ternura y la pasión», publicado en 1933, en el que describe el violento choque entre la pasión [Leidenschaft] y la ternura [Zärtlichkeit]. En su opinión, mientras que la pasión, ya sea erótica u odiosa, es una emoción incontrolable, ciega, intrusiva y abrumadora, la ternura es una emoción vital básica que se basa en la confianza en los demás y, por lo tanto, está más abierta al mundo exterior.
Para Ferenczi, la cuestión fundamental es cómo el analista accede a la sensibilidad, la vulnerabilidad y la creatividad del paciente fragmentado y se comunica con él. Su respuesta es clara. Tal trabajo solo es posible situándose en la misma posición que el paciente, es decir, accediendo a la propia dimensión infantil y tierna. El énfasis de Ferenczi en la «elasticidad de la técnica psicoanalítica» (1928), en lugar de la frustración, se deriva de esta comprensión.
Las emociones opuestas de la pasión y la ternura son relevantes para el tema de esta conferencia, ya que permiten enfatizar la importante función curativa que la ternura aporta al sufrimiento, el dolor, el odio y la violencia en nuestro mundo dividido. Nos permite iluminar la ambivalencia, una condición necesaria para cualquier práctica de la no violencia. La ternura, a diferencia del odio, promueve la conexión, la empatía y la compasión. A diferencia de la pasión o la crueldad, la ternura es solidaria y rechaza la omnipotencia del odio en favor de la hospitalidad y la aceptación.
La fecha límite para enviar propuestas es el 31 de enero de 2026.
La conferencia invita a colegas psicoanalistas, especialistas en trauma, neurocientíficos y académicos a enviar propuestas para ser consideradas en las sesiones del encuentro de Madrid. Se animan tanto los trabajos clínicos como los teóricos. Los ponentes, al igual que todos los participantes, deben inscribirse en la conferencia.
Cada propuesta debe incluir el título de la presentación, el nombre, el título, la dirección postal y electrónica, el número de teléfono y la afiliación profesional (asociación, sociedad, instituto, organización, etc.) del ponente.
Los resúmenes de las presentaciones individuales deben tener un máximo de 400 palabras. Las presentaciones de la conferencia no deben superar las 3000 palabras (para una presentación de 20 minutos).
Las propuestas de paneles (con 3 panelistas) deben resumir el tema principal del panel en 150 palabras. Además, se deben incluir los nombres, títulos, direcciones postales y electrónicas, afiliaciones profesionales (asociación, sociedad, instituto, organización, etc.) y un resumen de 400 palabras de cada ponente individual del panel. Cada presentación no debe superar las 3000 palabras (20 minutos) dentro del panel.